Hace ya unos cuantos años tuve que leer para un seminario de final de carrera una novela de alguien a quien desconocía por completo: Salvador Benesdra. Empezar a leer El traductor me dejó estupefacto y ávido al mismo tiempo. ¿Cómo era posible una novela así? ¿Cómo se podía dar cuenta con tal intensidad de lo que fue la década del 90 en Argentina? ¿Cómo podía ser que este tipo no sea más conocido? y luego de buscar algo de información sobre él la pregunta fue ¿cómo puede haber dejado una sóla obra antes de suicidarse? Tiempo después me enteré de que tambien había dejado un libro "de autoayuda". ¿Traición? ¿Qué significaba escribir un libro de autoayuda (autoconocimiento, superación o cómo se le llame a ese género) después de llegar tan alto con una novela? ¿Se había cansado de su militancia trotskista y se había vuelto un menemista tardío? ¿Había dejado de creer en el poder de la buena narrativa? Pasó el tiempo y fui charlando con un montón de gente sobre cómo sería ese libro. Rumores hablaban de que su familia no quería publicarlo, que sí, que pedían mucho dinero, que querían que lo publique una editorial chica. Tantos rumores que se se entrecruzaban, anulaban, simplificaban que dejé de escucharlos.
Hoy me entero de que Eterna Cadencia edita, por fin, El Camino Total. Técnicas no ingenuas de autoayuda para gente en crisis en tiempos de cambio, de Salvador Benesdra. Y con prólogo de Fabián Casas. Llegó el día de saber de qué se trata ese libro secreto de Salvador Benesdra. Como para ir paladeando el sabor de ese libro comparto con ustedes la pequeña bibliográfica que publicó Eterna Cadencia
EL CAMINO TOTAL por SALVADOR BENESDRA
• El Camino Total no es un libro de autoayuda común y corriente. Su propuesta, lejos de toda postura autocomplaciente y autocompasiva, rescata de filosofías orientales y de los avances de la psicologìa los elementos necesarios para elaborar técnicas no ingenuas de superación de crisis.
• Aquí, Benesdra sostiene que para superar el dolor hay que ante todo aceptarlo, no huir de él sino acompañar su movimiento, a veces incluso potenciarlo, al punto de adquirir la habilidad del faquir, con el objetivo de que desaparezca.
• Un texto de autoayuda erudito y arriesgado que no deja ningún camino sin considerar, incluso el de la muerte.
A principios de los 90, Benesdra se adentra en la autoayuda partiendo de una convicción contraria a la que subyace en la mayoría de los libros del género y al sentido común instalado por ellos. En lugar de técnicas que buscan disponerlo a uno de una forma específica ante la vida, el autor propone la vía del Camino Total, un método global inspirado en el zen (aunque en muchos aspectos resulta antizen) que apunta a convertir en fuente de energía y productividad eso que es inevitable en medio de una crisis profunda: el dolor; aprender a convivir con el dolor en vez de huir de él, aceptar la angustia y la depresión, entrenar la resistencia, para adquirir la habilidad del faquir, sin importar el sistema filosófico o la actitud de vida que se adopte.
El resultado: un texto lúcido y erudito que desnuda las paradojas, dogmatismos y caballitos de batalla de la autoayuda habitual desde la filosofía, las disciplinas orientales, la neurociencia y la psicología, y donde no podían faltar alusiones a la literatura, el deporte, la política, el trabajo, la historia reciente del país o las tendencias económicas, a la hora de ejemplicar esas situaciones que hacen imposible no ser sujeto de dolor.
Un libro inclasificable e imperdible que al igual que la gran novela de Benesdra, El traductor, exuda genialidad, dolor, desmesura, humor y reflexión, y cuyas significaciones sin dudas trascienden hoy su objetivo primigenio.
Salvador Benesdra nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1952. Fue psicólogo, periodista y escritor. Ejerció como psicoterapeuta y fue docente de epistemología genética en la UBA. Residió por estudios de posgrado en París y en Múnich. Dominaba siete idiomas. Como periodista especializado en economía y política internacional, trabajó en los diarios La Voz, La Razón y Página/12. Al momento de su muerte se encontraba a cargo delhouse organ de una importante empresa. El traductor, su única novela, fue finalista del premio Planeta en 1995 y obtuvo una beca de la Fundación Antorchas. Además, es autor de El Camino Total. Técnicas no ingenuas de autoayuda para gente en crisis en tiempos de cambio(Eterna Cadencia, 2012), escrito paralelamente a El traductor. El 2 de enero de 1996, Salvador Benesdra se suicidó arrojándose del balcón de su departamento. Actualmente, es reconocido como una de las voces más potentes y originales de la literatura argentina.
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